Prueba Ducati 848

Mientras la Ducati 848 puesta a nuestra disposición por el personal del concesionario de motos de segunda mano Crestanevada espera a ser puesta en acción, aprovecha la poca sombra presente en el box para ponerse en condiciones. Un momento raro en estos dos días, ya que las sesiones de equitación son tan numerosas… es el momento de jugar a los pervertidos.

No hay que retorcerse, la 848 se parece como dos gotas de agua a su hermana mayor la 1198. Es tan refinado, entrañable, sutil pero también inimitable que es casi imposible permanecer indiferente e insensible ante el italiano. Para convencerse de ello, basta con sentarse unos segundos a la derecha de la máquina y disfrutar de sus ¾ de espalda…

De cerca, el acabado no sufre ningún reproche y enseguida te das cuenta de dónde se ha inspirado: la pista. Después de haberla conducido en carretera en 2008, veamos cómo se expresan los 134 caballos de nuestra máquina. ¡En la pista!

Como habrás leído, ser guapa no es suficiente para destacar en tu campo. Para ser eficiente en esta «Bella Ragazze», hay que ser muy suave. Si vas a sentir que te arrastras con la 848, vas por buen camino (o no…). Sé prudente y considerado con ella. No vale la pena apresurarse, o te lo hará saber rápidamente.

Con su chasis rígido y sano, su impecable frenada y su quirúrgico tren delantero, la Ducati 848 es una perfecta rastreadora si no te fijas demasiado en la caja de cambios, que provoca muchos falsos puntos muertos.

Aparte de este pequeño detalle, la Ducati 848 tiene un buen aspecto, un acabado de alto nivel y un motor impresionante con una mezcla perfecta de par y potencia. ¡Y todo esto en un peso contenido de 168 kilos en seco!